Hoy os traigo una entrada un tanto especial que espero que os guste.
El otro día, por casualidad, escuche retazos de una conversación entre dos desconocidos. En ella, uno animaba al otro a hacer algo, y el otro interlocutor, muy rotundamente le contestaba que ni hablar, que le daba mucha vergüenza y que si no salía bien no iba a ser capaz de mirar a la cara a sus amigos… La conversación siguió por largo rato pero ella seguía, erre que erre, con que ni hablar.
Todo esto me dio mucho que pensar y finalmente decidí comentarlo con vosotros. La mayoría de nosotros conocemos perfectamente la teoría pero…solemos flaquear en la práctica. Así que he pensado que como siempre digo que la belleza comienza siendo nosotras mismas, no estaría mal recordar algo que cuando aparece, no nos deja ser nosotras mismas.